UN PEQUEÑO CAMBIO DE PLANES. Por María Virginia Lorenzo, alumna de 6° año de liceo.

¿Alguna vez se imaginaron terminando sus estudios secundarios del otro lado del mundo?, ¿ser parte de una organización internacional cuya misión es la paz? Muchos podrían decir que sí, pero que solo en sus sueños. Que lo ven como deseo lejano, que anhelan algún día lograr cumplir. Este era mi sueño, el cual hoy se hizo realidad.

A principios 2018 conocí a UWC. “Colegios del Mundo Unidos” (United World Colleges) es una organización con 18 colegios alrededor del mundo, cuyo objetivo es “hacer de la educación una fuerza para unir personas, culturas y naciones por la paz y un futuro sustentable”. Cada colegio une a jóvenes de diferentes partes del mundo, con diferentes culturas, costumbres e ideologías, con el fin de construir una comunidad desde el respeto y la empatía.
La primera vez que escuché de la organización quedé encantada y comencé a soñar con el proyecto. A medida que los días pasaban la propuesta me comenzó a generar nerviosismo. Proponerme abandonar el liceo, mi segunda familia, sin siquiera haber terminado los estudios me daba miedo: si viajaba, no iba a poder graduarme junto a mis compañeros. ¡Debía abandonar el colegio en donde había crecido, en donde me había formado! En ese momento, irme del liceo no era una posibilidad. Mi cabeza se cerró completamente a la idea de viajar y  de conocer un nuevo mundo.
 
Al año siguiente, la posibilidad de inscribirme seguía vigente. Había algo de UWC que me llamaba, y me impedía olvidarlo. Después de días y días pensándolo, decidí anotarme. Mis padres vivían conmigo la emoción, el brillo en los ojos al ver videos de los diferentes colegios; un sueño que ya no parecía tan lejano se hacía poco a poco tangible. No obstante, las dudas me seguían consumiendo.
Tras conversar con profesores, adscriptos, directivos y compañeros, esas dudas comenzaron poco a poco a disiparse. Logré encontrar en el colegio una mano de apoyo y cariño, que me permitió confiar en mi misma, y llegar al lugar en donde estoy hoy.
 
En marzo quedé seleccionada para acudir al colegio UWC South East Asia, ubicado en Singapur. Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de mis amigos, compañeros y docentes, que sin dudarlo, me impulsaron a cumplir mis sueños.
 
No debemos dejar que las dudas nos consuman. Contar con el apoyo del Colegio no solo fue fundamental para mí, sino que me demostró que pertenezco a una familia que siempre me recibirá con los brazos abiertos.

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